Cómo funcionan los termogalvanómetros: medición de temperatura con termoelectricidad

Un termogalvanómetro es un dispositivo que mide la temperatura de una sustancia utilizando el principio de termoelectricidad. Está formado por dos metales diferentes, uno de los cuales se calienta y el otro se enfría, provocando un flujo de corriente eléctrica entre ellos. La cantidad de corriente que fluye es proporcional a la diferencia de temperatura entre los dos metales. El termogalvanómetro se basa en el efecto Seebeck, que establece que cuando dos metales diferentes están en contacto entre sí y hay una diferencia de temperatura entre ellos, se genera un potencial eléctrico. se generará diferencia. Esta diferencia de potencial se puede medir con un voltímetro y el voltaje resultante es proporcional a la diferencia de temperatura. En un termogalvanómetro, uno de los metales se calienta en una cantidad conocida y el otro metal se enfría en una cantidad conocida. La diferencia de temperatura entre los dos metales provoca un flujo de corriente, que se puede medir con un galvanómetro. Al medir la corriente que fluye a través del termogalvanómetro, se puede determinar la temperatura del metal caliente. Los termogalvanómetros se usan comúnmente en entornos de laboratorio para medir temperaturas en el rango de -200 °C a 1000 °C. También se utilizan en aplicaciones industriales, como en la medición de temperatura en hornos y calderas.