Comprender la acropsia: causas, síntomas y opciones de tratamiento
La acropsia es una afección poco común en la que la visión del niño es normal en un ojo pero ausente o gravemente afectada en el otro ojo. Puede ser causada por varios factores, como mutaciones genéticas, infecciones, lesiones o tumores. El término "acropsia" proviene de las palabras griegas "achros", que significa "sin color" y "opsia", que significa "visión". Fue utilizado por primera vez por el oftalmólogo inglés William Richard Gowers en 1881 para describir una condición en la que un ojo es ciego o no tiene percepción de la luz, mientras que el otro ojo tiene una visión normal. La acropsia se puede clasificar en dos tipos: 1. Anisocoria: Esta es una condición en la que las pupilas de los dos ojos tienen diferentes tamaños, lo que resulta en una visión desigual.
2. Microftalmos: esta es una afección en la que uno o ambos ojos son más pequeños de lo normal, lo que provoca problemas de visión. Los síntomas de la acropsia pueden variar dependiendo de la causa subyacente, pero pueden incluir: percepción y juicio de distancias
* Dificultad con la visión periférica
* Movimientos oculares anormales o descoordinados
* Pupilas de diferentes tamaños
* Agudeza visual reducida
El tratamiento para la acropsia depende de la causa subyacente, pero puede incluir anteojos o lentes de contacto para corregir errores de refracción, prismas para mejorar alineación de los ojos o cirugía para corregir anomalías físicas. En algunos casos, la acropsia puede ser un signo de una afección más grave, como un tumor cerebral o un derrame cerebral, y es necesaria atención médica inmediata.