Comprender la amigdalitis: causas, síntomas y opciones de tratamiento
La amigdalitis es una afección en la que la amígdala, una pequeña estructura con forma de almendra en el lóbulo temporal del cerebro, se inflama o infecta. La amígdala desempeña un papel clave en la regulación de las emociones, el miedo y la memoria, y cualquier interrupción de su función puede causar una variedad de síntomas. Las causas de la amigdalitis pueden variar, pero algunos desencadenantes comunes incluyen: Infecciones virales como el virus del herpes simple o el virus del herpes simple. Virus del Nilo... Infecciones bacterianas como la enfermedad de Lyme o tuberculosis... Infecciones por hongos como la meningitis criptocócica... Lesión cerebral traumática o lesión en la cabeza... Trastornos autoinmunes como el lupus o la artritis reumatoide... Tumores o quistes en el cerebro... Los síntomas de la amigdalitis pueden incluir:... Confusión o desorientación... Pérdida de memoria o dificultad para aprender nueva información... Cambios de humor, como ansiedad , depresión o irritabilidad
Cambios de personalidad, como aumento de la agresión o apatía
Ataques o convulsiones
Debilidad o entumecimiento en la cara o las extremidades
Problemas de visión o visión doble
En casos graves, la amigdalitis puede provocar complicaciones más graves, como:
Meninigitis, una inflamación de las meninges, la membrana protectora membranas que cubren el cerebro y la médula espinal... Encefalitis, una inflamación del tejido cerebral... Septicemia, una infección de la sangre que puede propagarse por todo el cuerpo... Si sospecha que usted o alguien más puede tener amigdalitis, es importante buscar atención médica lo antes posible. Un profesional de la salud puede diagnosticar la afección basándose en una combinación de examen físico, pruebas de laboratorio y estudios de imágenes como tomografías computarizadas o resonancias magnéticas. El tratamiento de la amigdalitis generalmente implica medicamentos antivirales o antibacterianos para eliminar la infección, así como atención de apoyo para controlar los síntomas y prevenir complicaciones. En casos graves, puede ser necesaria la hospitalización para controlar y tratar la afección.
La amigdalitis es una afección en la que las amígdalas se inflaman. Las amígdalas son pequeños ganglios linfáticos de forma ovalada ubicados a ambos lados de la parte posterior de la garganta. Ayudan a filtrar las bacterias y otras sustancias dañinas que ingresan al cuerpo a través de la boca y la nariz. La amigdalitis puede ser causada por una variedad de factores, que incluyen: Infecciones bacterianas como la faringitis estreptocócica. Infecciones virales como el resfriado común o la gripe. Alergias o sensibilidades a ciertos alimentos o sustancias... Infección de las amígdalas por el virus de Epstein-Barr (EBV)... La amigdalitis puede causar una variedad de síntomas, que incluyen:... Amígdalas doloridas e hinchadas... Dificultad para tragar o respirar... Manchas blancas o pus en las amígdalas... Mal aliento o mal sabor de boca... Fiebre y escalofríos... Dolor de cabeza y cuerpo dolores
Ganglios linfáticos inflamados en el cuello
En casos graves, la amigdalitis puede provocar complicaciones como:
Absceso peritomigdalino (una acumulación de pus cerca de las amígdalas)
Celulitis amigdalina (inflamación de los tejidos alrededor de las amígdalas)
Quinsy (una complicación rara que ocurre cuando la amigdalitis causa se forma una bolsa de pus en la amígdala)
Para diagnosticar la amigdalitis, un proveedor de atención médica generalmente realizará un examen físico y puede solicitar pruebas adicionales como:
Un cultivo de garganta para determinar si la infección es causada por una bacteria o un virus
Un análisis de sangre para verificar para detectar signos de infección o inflamación... Una radiografía o una tomografía computarizada para descartar otras afecciones que puedan estar causando los síntomas... El tratamiento para la amigdalitis depende de la causa y la gravedad de la afección. En algunos casos, se pueden recetar antibióticos para tratar infecciones bacterianas. Para las infecciones virales, el tratamiento puede centrarse en aliviar síntomas como el dolor y la fiebre con medicamentos de venta libre. En casos graves o cuando la amigdalitis es causada por una infección recurrente, se puede recomendar la extirpación quirúrgica de las amígdalas (amigdalectomía). Esto generalmente se hace en niños que han tenido múltiples episodios de amigdalitis o en adultos que experimentan síntomas persistentes o graves. Prevención de la amigdalitis Si bien no es posible prevenir completamente la amigdalitis, existen medidas que puede tomar para reducir el riesgo de desarrollar la afección: Practica buena higiene, como lavarse las manos con frecuencia y evitar el contacto cercano con personas enfermas... Evite compartir alimentos, bebidas o utensilios con otras personas... Mantenga su sistema inmunológico fuerte durmiendo lo suficiente, llevando una dieta saludable y haciendo ejercicio con regularidad... Evite fumar y exponerse al humo de segunda mano , lo que puede aumentar el riesgo de infección. Si tiene amigdalitis, es importante seguir las recomendaciones de tratamiento de su proveedor de atención médica y buscar atención médica si sus síntomas empeoran o no mejoran en unos pocos días.