Comprender la ductilización: un proceso clave para mejorar la formabilidad del metal
La ductilización es un proceso de agregar elementos de aleación a un metal para aumentar su ductilidad, que es la capacidad de un material para deformarse sin romperse. Los materiales dúctiles se pueden estirar o estirar en alambres o láminas delgadas sin agrietarse ni romperse, y también pueden absorber energía durante la deformación sin fallar. El objetivo de la ductilización es mejorar la conformabilidad de un metal, que es su capacidad para moldearse y formarse. en geometrías complejas sin agrietarse ni romperse. Esto es importante en una amplia gama de industrias, incluidas la automotriz, la aeroespacial y la de la construcción, donde los metales a menudo están sujetos a altas tensiones y deformaciones durante la fabricación y el uso. La ductilización se puede lograr mediante la adición de elementos de aleación específicos, como níquel, cobalto. y cromo, que se ha demostrado que mejoran la ductilidad de ciertos metales. La composición exacta y las condiciones de procesamiento necesarias para lograr la ductilización dependerán del metal específico que se esté tratando y pueden implicar una combinación de tratamiento térmico, trabajo en frío y técnicas de acabado de superficies.