Comprender la exigencia excesiva en la crianza de los hijos: signos, efectos y cómo cambiar
La exigencia excesiva se refiere a una situación en la que el padre o el cuidador constantemente exige demasiado del niño, ya sea emocionalmente o en términos de comportamiento, sin brindarle suficiente apoyo o comprensión. Esto puede provocar sentimientos de frustración, ansiedad y agotamiento en el niño, y puede socavar su capacidad para desarrollar estrategias de afrontamiento saludables y habilidades de autorregulación. Algunos signos comunes de exigencia excesiva incluyen: 1. Empujar constantemente al niño a sobresalir o lograr logros más allá de sus capacidades.
2. Esperar que el niño sea responsable de gestionar las responsabilidades o emociones a nivel de adulto.
3. No proporcionar suficiente apoyo o recursos para ayudar al niño a cumplir las expectativas.
4. Ser demasiado crítico o punitivo cuando el niño no cumple con las expectativas.
5. Ignorar las necesidades y límites del niño en favor de los propios deseos o agenda.
6. Usar la culpa, la manipulación o la coerción para lograr que el niño cumpla con sus solicitudes.
7. No reconocer o validar los sentimientos o experiencias del niño.
8. Priorizar constantemente las propias necesidades y deseos sobre el bienestar del niño... Es importante señalar que algunos padres pueden no ser conscientes de su propia exigencia excesiva y pueden necesitar apoyo y orientación para reconocer y cambiar estos patrones.