Comprender la infiltración: tácticas, riesgos y estrategias de detección
Infiltrado se refiere a una persona que obtiene acceso a un área o sistema seguro haciéndose pasar por una persona de confianza, a menudo con la intención de recopilar información confidencial o causar daño. Los infiltrados pueden utilizar diversas tácticas para ganarse la confianza de su objetivo, como hacerse pasar por un compañero de trabajo, un proveedor o un consultor. Una vez dentro, pueden usar su posición para robar información confidencial, instalar malware o interrumpir operaciones. La infiltración puede ocurrir tanto en contextos físicos como digitales. Por ejemplo, un infiltrado podría hacerse pasar por un repartidor para obtener acceso a una instalación segura, o como un desarrollador de software para obtener acceso a los sistemas informáticos de una empresa. Los infiltrados también pueden utilizar técnicas de ingeniería social para manipular a las personas para que revelen información confidencial o proporcionen acceso a áreas restringidas. Las agencias de inteligencia, los ciberdelincuentes y otros actores maliciosos suelen utilizar la infiltración como táctica. Puede resultar difícil detectar y prevenir la infiltración, ya que los perpetradores pueden ser muy hábiles y capaces de mezclarse con su entorno. Sin embargo, las organizaciones pueden tomar medidas para protegerse contra la infiltración implementando protocolos de seguridad sólidos, realizando verificaciones de antecedentes de empleados y contratistas y capacitando al personal para reconocer e informar comportamientos sospechosos.