


Comprender las prácticas no sostenibles y su impacto en el medio ambiente y la sociedad
No sostenible se refiere a algo que no se puede mantener ni continuar en el tiempo. A menudo se utiliza para describir prácticas, tecnologías o sistemas que no son ambiental o económicamente viables a largo plazo.
Ejemplos de prácticas no sostenibles incluyen:
1. Sobrepesca: Pesca a tasas que exceden la tasa de reproducción natural de las poblaciones de peces, lo que lleva al agotamiento de las poblaciones y daños a los ecosistemas.
2. Deforestación: tala de bosques sin replantarlos ni regenerarlos, lo que provoca pérdida de biodiversidad y erosión del suelo.
3. Uso excesivo de los recursos hídricos: utilizar más agua de la disponible, lo que provoca escasez y degradación de la calidad del agua.
4. Quema de combustibles fósiles: uso de carbón, petróleo y gas a un ritmo que excede la capacidad natural de la Tierra para absorber dióxido de carbono, lo que provoca el cambio climático.
5. Monocultivos: Cultivos únicos a gran escala sin rotación ni diversidad de cultivos, lo que conduce a la degradación del suelo y la proliferación de plagas.
6. Consumo excesivo de recursos: Consumir más recursos de los que son sostenibles, lo que genera escasez y desperdicio.
7. Deuda insostenible: Endeudarse demasiado sin un plan de pago, lo que genera inestabilidad financiera.
8. Modelos de negocios insostenibles: administrar un negocio que no es financieramente viable o no tiene en cuenta los impactos a largo plazo de sus operaciones. Por el contrario, las prácticas sostenibles son aquellas que se pueden mantener en el tiempo sin agotar los recursos naturales ni causar daño al medio ambiente. y la sociedad. Ejemplos de prácticas sostenibles incluyen:
1. Agricultura sostenible: Cultivo de cultivos utilizando técnicas que conserven el suelo, el agua y la biodiversidad.
2. Energía renovable: Utilizar la energía solar, eólica y otras fuentes de energía renovables que no emitan gases de efecto invernadero.
3. Uso eficiente de los recursos: Utilizar los recursos a un ritmo sostenible en el tiempo, sin desperdicio ni agotamiento.
4. Transporte sostenible: utilizar modos de transporte que sean respetuosos con el medio ambiente y reduzcan las emisiones de carbono.
5. Economía circular: Diseño de productos y sistemas que sean restauradores y regenerativos por diseño.
6. Planificación urbana sostenible: diseñar ciudades y comunidades que promuevan la transitabilidad a pie, en bicicleta y el transporte público, preservando al mismo tiempo los espacios verdes y los hábitats naturales.



