Comprender los ánodos: su papel en las baterías, las pilas de combustible y la protección contra la corrosión

El ánodo es un electrodo cargado positivamente en una celda electroquímica que suministra electrones al electrolito durante la descarga u oxidación. Los ánodos se utilizan en diversas aplicaciones, como baterías, pilas de combustible y protección contra la corrosión. En una batería, el ánodo es el terminal negativo donde tiene lugar la reacción química que produce electricidad. Está hecho de un material que puede liberar electrones fácilmente, como el carbono o los óxidos metálicos. Durante la descarga, el ánodo se reduce, liberando electrones en el electrolito, que luego fluyen a través del circuito externo hasta el cátodo y de regreso al ánodo, produciendo electricidad. En una pila de combustible, el ánodo es el electrodo donde se encuentra el combustible, normalmente hidrógeno o Se alimenta metanol y se oxida para producir electrones y protones. Los electrones fluyen a través del circuito externo hasta el cátodo, mientras que los protones pasan a través del electrolito hasta el cátodo, produciendo electricidad y agua como subproductos. En la protección contra la corrosión, el ánodo está hecho de un metal más reactivo que la estructura a proteger, y está conectado a la estructura de tal manera que se corroe preferentemente, sacrificándose para proteger la estructura. Este método se usa comúnmente para proteger los cascos de los barcos, las plataformas marinas y otras estructuras submarinas de la corrosión. En general, los ánodos desempeñan un papel crucial en diversas aplicaciones al proporcionar un sitio para que se produzcan reacciones electroquímicas, que pueden producir electricidad o proteger contra la corrosión.