Comprender los impuestos indirectos: cómo funcionan y su impacto
Los indirectos son un tipo de impuesto que no se recauda directamente de personas o empresas, sino a través de otros medios. Por ejemplo, se puede imponer un impuesto indirecto sobre bienes y servicios y luego trasladarlo a los consumidores en forma de precios más altos. El gobierno no recibe los ingresos fiscales directamente, sino a través del impuesto sobre las ventas o el impuesto al valor agregado (IVA) recaudado por los minoristas. También se pueden imponer impuestos indirectos a las empresas, como un impuesto sobre sus ingresos o ganancias brutos. En este caso, la empresa paga el impuesto y luego traslada el costo a sus clientes en forma de precios más altos.
Ejemplos de impuestos indirectos incluyen:
1. Impuestos sobre las ventas: se aplican a los bienes y servicios en el punto de venta y, por lo general, se trasladan a los consumidores en forma de precios más altos.
2. Impuesto al valor agregado (IVA): Este es un tipo de impuesto a las ventas que se aplica sobre el valor agregado a los bienes y servicios en cada etapa de producción y distribución.
3. Impuestos especiales: se aplican a bienes y servicios específicos, como gasolina, alcohol y productos de tabaco.
4. Impuestos sobre la propiedad: se aplican a los bienes inmuebles y otras formas de propiedad.
5. Impuestos comerciales: pueden incluir impuestos sobre los ingresos brutos, las ganancias u otras actividades comerciales. Los gobiernos suelen utilizar los impuestos indirectos como una forma de recaudar ingresos sin gravar directamente a las personas o empresas. Pueden ser menos visibles que los impuestos directos, pero aun así pueden tener un impacto significativo en la economía y los consumidores.