Comprensión de la economía del comportamiento: sesgos, heurísticas y empujones
La economía del comportamiento es un subcampo de la economía que combina conocimientos de la psicología y la neurociencia para comprender cómo las personas toman decisiones. Busca explicar por qué los individuos no siempre actúan racionalmente o en su propio interés, y cómo los factores externos pueden influir en sus elecciones. La economía conductual fue desarrollada en los años 1970 y 1980 por investigadores como Daniel Kahneman y Amos Tversky, quienes desafiaron la teoría tradicional. supuestos de la teoría de la elección racional y demostró que la toma de decisiones humana a menudo es imperfecta y está influenciada por sesgos y heurísticas. Algunos conceptos clave en economía del comportamiento incluyen:
1. Heurística: atajos mentales que simplifican la toma de decisiones pero que pueden conducir a resultados subóptimos. Los ejemplos incluyen el anclaje (depender demasiado de la información inicial) y los efectos de encuadre (estar influenciados por cómo se presenta la información).
2. Sesgos: Errores sistemáticos en el pensamiento que pueden afectar la toma de decisiones. Los ejemplos incluyen el sesgo de confirmación (buscar selectivamente información que confirme creencias preexistentes) y la aversión a las pérdidas (sobreestimar las pérdidas potenciales en lugar de las ganancias de una decisión).
3. Efectos de encuadre: la forma en que se presenta la información puede influir en las decisiones. Por ejemplo, un producto descrito como "90% libre de grasa" podría ser más atractivo que uno descrito como "10% de grasa".
4. Empujones: Pequeños cambios en el entorno que pueden influir en el comportamiento de forma predecible. Los ejemplos incluyen opciones predeterminadas (como inscribir automáticamente a los empleados en un plan de ahorro para la jubilación) y señales visuales (como colocar opciones de alimentos más saludables a la altura de los ojos).
5. Teoría de las perspectivas: modelo económico conductual que describe cómo las personas toman decisiones en condiciones de incertidumbre, lo que puede generar aversión al riesgo y aversión a las pérdidas.
6. Inconsistencia temporal: la tendencia de las personas a tomar decisiones diferentes según el plazo de la decisión. Por ejemplo, alguien podría estar más dispuesto a asumir riesgos a corto plazo pero más reacio a correr riesgos a largo plazo.
7. Influencia social: la forma en que el comportamiento de otras personas puede afectar nuestras propias decisiones. Los ejemplos incluyen las normas sociales (los estándares percibidos de comportamiento de un grupo) y la presión de los pares.
8. Emociones: el papel de las emociones en la toma de decisiones, como por ejemplo cómo el miedo o la codicia pueden influir en las decisiones financieras.
9. Disonancia cognitiva: el malestar que puede surgir cuando tenemos creencias o valores contradictorios, lo que puede conducir a cambios en nuestro comportamiento.
10. Autocontrol: la capacidad limitada de autorregulación y las formas en que puede agotarse con el tiempo, lo que lleva a decisiones impulsivas. Al comprender estos sesgos y heurísticas, los formuladores de políticas y las empresas pueden diseñar políticas y productos que "empujen" a las personas hacia mejores opciones sin limitar su libertad de elección.