


Comprensión de la legalización testamentaria: una guía para el proceso legal de liquidación del patrimonio de una persona fallecida
La sucesión es el proceso legal de liquidación del patrimonio de una persona fallecida, que incluye identificar y reunir sus activos, pagar sus deudas e impuestos y distribuir lo restante a sus herederos o beneficiarios. La legalización de un testamento puede ser un proceso complejo y que requiere mucho tiempo, pero es necesario garantizar que los deseos de la persona fallecida se cumplan y que sus bienes se distribuyan correctamente. Por lo general, se requiere una legalización testamentaria cuando alguien muere con bienes que están solo a su nombre, como una cuenta bancaria, bienes raíces o inversiones. Si la persona fallecida tenía un fideicomiso, es posible que la sucesión no sea necesaria. El proceso de sucesión implica varios pasos, que incluyen: 1. Presentar el testamento (si lo hay) y solicitar al tribunal que abra la sucesión.
2. Designar un albacea o representante personal para administrar el patrimonio.
3. Inventariar los bienes y determinar su valor.
4. Pagar las deudas y los impuestos adeudados por el patrimonio.
5. Distribuir los bienes restantes a los beneficiarios o herederos según el testamento o la ley estatal.
6. Cerrar el patrimonio y obtener la liberación definitiva del tribunal. La legalización de un testamento puede ser un proceso largo y costoso, pero es importante realizarlo para garantizar que los bienes de la persona fallecida se distribuyan correctamente y que se cumplan sus deseos. También es importante tener en cuenta que no todos los activos están sujetos a sucesión, como los activos mantenidos en fideicomiso o la propiedad conjunta.



