Comprensión de la septectomía: tipos, procedimientos y recuperación

La septectomía es un procedimiento quirúrgico para extirpar el tabique, que es la pared delgada de cartílago y hueso que separa los dos lados de los conductos nasales de la nariz. El procedimiento generalmente se realiza para mejorar la respiración y aliviar la congestión nasal causada por un tabique desviado u otras anomalías estructurales en la nariz. Hay varios tipos de septectomías, que incluyen: 1. Septulectomía parcial: consiste en extirpar solo una parte del tabique, generalmente la parte que causa dificultades respiratorias.
2. Septulectomía total: consiste en extirpar todo el tabique.
3. Resección submucosa: consiste en eliminar el exceso de tejido en los conductos nasales que está causando dificultades respiratorias.
4. Reducción de cornetes: esto implica reducir el tamaño de los cornetes en los conductos nasales para mejorar la respiración. El procedimiento se puede realizar mediante un abordaje abierto, donde el cirujano realiza una incisión en la nariz, o mediante un abordaje cerrado, donde el cirujano utiliza instrumentos endoscópicos y no realiza incisiones externas. El tipo de abordaje utilizado depende de la gravedad de la afección y de la preferencia del cirujano. Después del procedimiento, los pacientes pueden experimentar cierta congestión nasal, hinchazón y hematomas, pero estos síntomas generalmente se resuelven en unos pocos días. Los pacientes también pueden experimentar algunos cambios en la apariencia de su nariz, como una ligera caída o aplanamiento de la punta. Sin embargo, estos cambios suelen ser temporales y se resolverán con el tiempo. Es importante tener en cuenta que la septectomía es un procedimiento quirúrgico importante y solo debe ser realizada por un otorrinolaringólogo calificado y con experiencia. El procedimiento conlleva riesgos, como sangrado, infección y cambios en el sentido del olfato, y los pacientes deben sopesar cuidadosamente los posibles beneficios y riesgos antes de someterse al procedimiento.