Comprensión de los angiomas: tipos, causas y opciones de tratamiento
Los angiomas son crecimientos benignos que pueden ocurrir en varias partes del cuerpo, incluida la piel, el cerebro y el tracto digestivo. Están formados por vasos sanguíneos anormales que pueden causar una variedad de síntomas según su ubicación y tamaño. Hay varios tipos de angiomas, que incluyen: Angiomas capilares: son el tipo más común de angioma y se caracterizan por un grupo de pequeños Vasos sanguíneos que se asemejan a una telaraña. Pueden aparecer como marcas rojas o moradas en la piel y generalmente son inofensivas. Angiomas cavernosos: son más profundos que los angiomas capilares y están compuestos por vasos sanguíneos más grandes. Pueden causar síntomas más importantes, como dolores de cabeza, convulsiones y problemas de visión, según su ubicación. Angiomas linfáticos: son raros y ocurren en el sistema linfático. Pueden causar hinchazón y otros síntomas según su ubicación. ¿Qué causa los angiomas? La causa exacta de los angiomas no se comprende completamente, pero tienden a ser hereditarios y pueden asociarse con ciertas afecciones genéticas, como la telangiectasia hemorrágica hereditaria (HHT, por sus siglas en inglés). . Otras posibles causas incluyen: Mutaciones genéticas: algunos angiomas pueden ser causados por mutaciones genéticas hereditarias que afectan el desarrollo de los vasos sanguíneos. Cambios hormonales: las fluctuaciones hormonales durante el embarazo o la menopausia pueden contribuir al crecimiento de angiomas. Infecciones: ciertas infecciones, como la endocarditis , puede hacer que los angiomas crezcan y se vuelvan más sintomáticos.
Trauma: el trauma físico, como un golpe en la cabeza o el cuerpo, puede causar el desarrollo de angiomas en algunos casos.
¿Cómo se diagnostican los angiomas?
El diagnóstico de angiomas generalmente implica una combinación de examen físico, imágenes médicas y pruebas de laboratorio. Se pueden utilizar los siguientes procedimientos para diagnosticar angiomas: Examen físico: un proveedor de atención médica realizará un examen físico para buscar signos característicos de angiomas, como marcas rojas o moradas en la piel. Estudios de imágenes: estudios de imágenes, como ultrasonido, Se puede utilizar una tomografía computarizada o resonancia magnética para visualizar el angioma y determinar su tamaño y ubicación. Pruebas de laboratorio: se pueden solicitar pruebas de laboratorio, como análisis de sangre, para descartar otras posibles causas de los síntomas. Biopsia: en algunos casos, una Se puede realizar una biopsia para confirmar el diagnóstico y determinar el tipo de angioma presente. ¿Cómo se tratan los angiomas? El tratamiento de los angiomas depende de su tamaño, ubicación y síntomas. Se pueden considerar las siguientes opciones de tratamiento para los angiomas: Espera vigilante: los angiomas pequeños y asintomáticos pueden no requerir ningún tratamiento y pueden controlarse con chequeos regulares. Cirugía: se puede recomendar la extirpación quirúrgica del angioma para angiomas más grandes o más sintomáticos. Embolización : Este es un procedimiento mínimamente invasivo en el que se inserta un catéter en el vaso sanguíneo afectado para bloquear el flujo de sangre al angioma.
Radioterapia: la radioterapia se puede usar para reducir el tamaño del angioma y aliviar los síntomas.
Medicamentos: medicamentos, como Se pueden recetar anticonvulsivos o analgésicos para controlar los síntomas asociados con los angiomas. Es importante tener en cuenta que no todos los angiomas requieren tratamiento y algunos pueden no causar ningún síntoma significativo. Sin embargo, es fundamental controlarlos periódicamente para garantizar que no crezcan ni se vuelvan más sintomáticos con el tiempo.