Comprensión de los motores sin escobillas: eficiencia, vida útil y control
La falta de escobillas se refiere a la ausencia de una conexión física entre el motor y la fuente de energía, generalmente un controlador o un controlador. En un motor sin escobillas, el campo magnético es creado por la corriente que fluye a través de los devanados, en lugar de por el contacto físico con una armadura giratoria. Esto permite un control más eficiente y preciso de la velocidad y el par del motor. En un motor con escobillas tradicional, la rotación del rotor está conectada al conmutador (un conjunto de contactos metálicos) a través de una conexión mecánica, como una escobilla. El conmutador cambia el flujo de corriente a los devanados del motor para mantener la polaridad adecuada del campo magnético y mantener el motor funcionando sin problemas. Sin embargo, esta conexión mecánica puede causar fricción y desgaste con el tiempo, lo que lleva a una eficiencia reducida y una vida útil más corta. Por el contrario, un motor sin escobillas utiliza conmutación electrónica, donde el controlador cambia el flujo de corriente a los devanados según la posición del rotor. . Esto elimina la necesidad de contacto físico entre el motor y la fuente de energía, lo que reduce la fricción y el desgaste. Además, la conmutación electrónica permite un control más preciso de la velocidad y el par del motor, lo que hace que los motores sin escobillas sean ideales para aplicaciones que requieren alto rendimiento y confiabilidad. En general, la ausencia de escobillas es una característica clave de los motores eléctricos modernos, lo que permite una mayor eficiencia, una vida útil más larga y control más preciso del funcionamiento del motor.