


El poderoso legado de los acorazados en la guerra naval
Los acorazados eran buques de guerra grandes y poderosos que se utilizaron principalmente a principios del siglo XX. Fueron diseñados para enfrentarse a barcos enemigos en duelos de artillería de largo alcance y para proporcionar apoyo de fuego naval a las tropas terrestres. Los acorazados se caracterizaban por su blindaje pesado, potentes cañones y alta velocidad. Los acorazados solían tener más de 500 pies (152 metros) de largo y desplazaban miles de toneladas de agua. Estaban propulsados por turbinas de vapor o motores alternativos, lo que les daba una velocidad máxima de alrededor de 20 a 25 nudos (37 a 46 km/h). Estaban armados con cañones de gran calibre, como cañones de 12 pulgadas (305 mm), y tenían un grueso blindaje para protegerlos del fuego enemigo. Los acorazados jugaron un papel clave en la guerra naval a principios del siglo XX, particularmente durante la Primera Guerra Mundial. y la Segunda Guerra Mundial. Se utilizaban para enfrentarse a barcos enemigos a larga distancia, proporcionar apoyo con disparos a las tropas terrestres y defenderse de ataques aéreos. Sin embargo, con la llegada de los portaaviones y otras nuevas tecnologías, los acorazados se volvieron menos importantes en la guerra naval moderna y finalmente fueron retirados del servicio. Hoy en día, los acorazados ya no se utilizan como buques de guerra de primera línea, pero algunos se han conservado como barcos de museo o se han utilizado. como monumentos flotantes. El último acorazado que se construyó fue el USS Missouri, que fue botado en 1944 y sirvió durante la Segunda Guerra Mundial.



