Entendiendo Jizya: un impuesto histórico y su controvertido legado
Jizya (jizya, jizyah o dhimmi) es un impuesto que se aplicaba a los no musulmanes que vivían en territorios islámicos, particularmente durante el período islámico temprano. Era una de las principales fuentes de ingresos del estado islámico y se utilizaba para apoyar los gastos militares y otros gastos gubernamentales. El concepto de jizya se originó en las tribus árabes que, antes del advenimiento del Islam, exigían tributos a sus enemigos derrotados como una condición de los tratados de paz. Cuando el Islam se extendió por Oriente Medio y el norte de África, los gobernantes musulmanes continuaron con esta práctica imponiendo la jizya a los súbditos no musulmanes como señal de sumisión y para asegurar su lealtad al Estado islámico. La jizya no era un impuesto capitacional como el impuesto por cabeza. impuesto a los chinos en los Estados Unidos durante el siglo XIX, sino más bien una forma de dinero de protección pagado por los no musulmanes a cambio de protección de los gobernantes musulmanes. Los no musulmanes que se negaban a pagar la jizya estaban sujetos a castigos, incluido el encarcelamiento o la muerte. El pago de la jizya se consideraba una señal de sumisión al gobierno islámico y un reconocimiento de la superioridad del Islam sobre otras religiones. A cambio del pago de jizya, a los no musulmanes se les concedían ciertos derechos y protecciones bajo la ley islámica, como el derecho a practicar su propia religión y a poseer propiedades. Sin embargo, estos derechos eran a menudo condicionales y podían ser revocados si los no musulmanes no cumplían las leyes y costumbres musulmanas. La imposición de la jizya a los no musulmanes ha sido fuente de controversia a lo largo de la historia, y algunos críticos argumentan que es una forma de discriminación y opresión religiosa. En los tiempos modernos, el concepto de jizya ha sido utilizado por grupos extremistas como ISIS para justificar sus ataques contra comunidades no musulmanas.