La oscura historia de Bagne: colonias penales de ultramar utilizadas por las potencias europeas
Bagne (también conocidas como "colonias penales" o "asentamientos penales") eran territorios de ultramar utilizados por las potencias europeas, particularmente Francia e Inglaterra, para exiliar a convictos y disidentes políticos. Estos territorios a menudo estaban ubicados en partes distantes del mundo, como África, Asia y América, y se caracterizaban por duras condiciones de vida, trabajo forzoso y libertad limitada. El concepto de bagne se remonta al siglo XVII, cuando Las potencias europeas comenzaron a establecer colonias en América y otras partes del mundo. A medida que estas colonias crecieron y prosperaron, se convirtieron en una fuente de riqueza y poder para la madre patria, pero también crearon problemas sociales y económicos, como el hacinamiento, la pobreza y la delincuencia. Para abordar estos problemas, las autoridades coloniales establecieron bagnes como una forma de eliminar elementos indeseables de la sociedad y castigar a quienes habían cometido crímenes o delitos políticos. prisiones. Estos prisioneros a menudo fueron condenados a largos períodos de trabajos forzados y obligados a trabajar en duras condiciones, como en plantaciones o minas. Muchos prisioneros murieron por enfermedades, desnutrición o agotamiento, mientras que otros escaparon o se rebelaron contra sus captores. El uso del bagne disminuyó en el siglo XIX, cuando muchas potencias europeas comenzaron a abolir la práctica debido a su dureza y falta de eficacia. Sin embargo, algunos países continuaron utilizando bagne hasta bien entrado el siglo XX y sigue siendo un capítulo controvertido en la historia del colonialismo y la reforma penal.