Liberando el potencial de la inocarpina: un regulador del crecimiento vegetal para la agricultura sostenible

La inocarpina es un regulador del crecimiento de las plantas que se aísla del tejido calloso de la planta medicinal Catharanthus roseus. Es una citoquinina, un tipo de hormona vegetal que promueve la división y diferenciación celular, y participa en muchos aspectos del crecimiento y desarrollo de las plantas, incluido el alargamiento y la división celular y la formación de flores y frutos. Se ha demostrado que la inocarpina tiene una serie de aplicaciones potenciales en la agricultura, entre ellas:

1. Promoción del crecimiento y el rendimiento de las plantas: Inocarpin puede aumentar la tasa de crecimiento de las plantas, lo que conduce a mayores rendimientos y una mejor calidad de los cultivos.
2. Mejorar la tolerancia al estrés abiótico: Inocarpin puede ayudar a las plantas a resistir mejor condiciones estresantes como sequía, altas temperaturas y salinidad.
3. Mejora de la resistencia a las enfermedades: se ha demostrado que la inocarpina tiene actividad antimicrobiana, lo que podría hacerla útil para controlar las enfermedades de las plantas.
4. Aumento del contenido de compuestos valiosos: la inocarpina puede aumentar la producción de compuestos valiosos como antocianinas, flavonoides y alcaloides en las plantas.
5. Reducir el uso de pesticidas y fertilizantes químicos: al promover el crecimiento y la salud de las plantas, la inocarpina podría reducir la necesidad de pesticidas y fertilizantes químicos, que pueden ser perjudiciales para el medio ambiente y la salud humana. En general, la inocarpina es un regulador prometedor del crecimiento de las plantas que tiene la potencial para mejorar el rendimiento de los cultivos, aumentar la resistencia a las enfermedades y reducir el uso de productos químicos nocivos en la agricultura.