Liberando el potencial de los injertos: cultivos genéticamente modificados para un futuro sostenible
Los injertos son un tipo de planta que ha sido modificada genéticamente para producir un rasgo o característica deseada. El término "injertador" proviene de la práctica del injerto, que implica unir dos plantas diferentes para crear una nueva planta con características deseables. Los científicos crean los injertos mediante un proceso llamado ingeniería genética, en el que utilizan herramientas biotecnológicas para introducir genes de una planta en el ADN de otra planta. Esto se puede hacer para introducir nuevos rasgos como resistencia a las plagas, tolerancia a la sequía o contenido nutricional mejorado. Por ejemplo, los científicos podrían tomar un gen de una planta que sea resistente a una determinada enfermedad e insertarlo en el ADN de una planta de cultivo que es susceptible a esa enfermedad. La planta injertada resultante tendrá entonces la capacidad de resistir la enfermedad, haciéndola más resistente y productiva. Los injertos son todavía una tecnología relativamente nueva y existe un debate continuo sobre su seguridad y su posible impacto en el medio ambiente y la salud humana. Sin embargo, ofrecen el potencial de lograr mejoras significativas en el rendimiento de los cultivos y la resistencia a plagas y enfermedades, lo que podría ayudar a abordar los desafíos de la seguridad alimentaria en todo el mundo.