Los hábiles escribas de los manuscritos medievales: preservadores del conocimiento y la cultura
En el contexto de los manuscritos medievales, un escriba (scriptor en latín) era una persona que copiaba textos a mano. Los escribas eran responsables de transcribir textos religiosos, documentos legales y otras obras escritas en forma manuscrita. Eran expertos en caligrafía, ortografía y gramática, y a menudo agregaban letras iniciales decorativas e iluminaciones a su trabajo. El término "scriptor" se deriva de la palabra latina "scribere", que significa "escribir". En la época medieval, los escribas desempeñaban un papel vital en la preservación del conocimiento y la cultura al copiar y transmitir obras escritas. Muchos de los manuscritos supervivientes de este período son el resultado de los laboriosos esfuerzos de los escribas que pasaron innumerables horas copiando textos a mano.