


Pruebas electroquímicas: una técnica analítica sensible y específica
Una prueba electroquímica, también conocida como electrotest, es un tipo de técnica analítica que se utiliza para determinar la presencia y concentración de determinadas sustancias en una muestra. Implica medir la corriente que fluye entre dos electrodos sumergidos en la muestra, que está influenciada por las reacciones químicas que ocurren en la muestra. En una prueba electroquímica, un electrodo se llama electrodo de trabajo y el otro se llama electrodo de referencia. El electrodo de trabajo está hecho de un material que sufre una reacción química específica cuando se expone a la muestra, mientras que el electrodo de referencia está hecho de un material que no reacciona con la muestra. Al comparar la corriente que fluye entre los dos electrodos, se puede determinar la concentración de la sustancia que se está probando. Las pruebas electroquímicas se usan comúnmente en diversos campos, como el monitoreo ambiental, el diagnóstico médico y las pruebas de seguridad alimentaria. Ofrecen varias ventajas sobre las técnicas analíticas tradicionales, incluida una alta sensibilidad, especificidad y velocidad. Además, pueden automatizarse e integrarse en dispositivos portátiles, lo que los hace ideales para mediciones de campo y pruebas en el lugar de atención.



