Toxoplasmosis: comprensión de los riesgos y medidas de prevención
La toxoplasmosis es una infección parasitaria causada por el parásito Toxoplasma gondii. Puede afectar a personas con sistemas inmunitarios debilitados, como aquellas con VIH/SIDA o que reciben quimioterapia, así como a mujeres embarazadas y sus fetos. La toxoplasmosis puede causar una variedad de síntomas, que incluyen fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares e inflamación de los ganglios linfáticos. . En casos graves, puede provocar problemas oculares, inflamación del cerebro y de la médula espinal e incluso la muerte. La toxihemia es una complicación rara de la toxoplasmosis que se produce cuando el parásito infecta las células sanguíneas. Puede provocar síntomas como anemia, ictericia e insuficiencia hepática. La toxihemia es más común en personas con VIH/SIDA u otras afecciones que debilitan el sistema inmunológico. El tratamiento para la toxoplasmosis generalmente implica antibióticos, y el tratamiento temprano puede ayudar a prevenir complicaciones. Las medidas de prevención incluyen evitar el contacto con heces de gato, especialmente de gatos que viven al aire libre, y evitar comer carne poco cocida, especialmente cerdo y cordero. Las mujeres embarazadas deben evitar manipular carne cruda y evitar la exposición a heces de gato durante el embarazo.